miércoles, 26 de septiembre de 2012

Tarta de galletas maría con chocolate


¡Esto sí es un cumpleaños! Tanta tarta de Dora Exploradora nos va a dejar "bobales"


¿Por qué empeñarse en comprar una tarta que nadie se va a comer si sabemos que haciendo ésta no sobrará ni una miga? Hasta este verano hemos estado dando palos de ciego con el tema tarta, pero una vez conseguida la receta ya no hay niño ni mayor que se resista.

Estar con mi abuela y mis hermanas y primas y primos mojando las galletas maría en leche con coñac y  la maravillosa sensación de rebañar el cazo del chocolate, son recuerdos que me producen una sonrisa inmediata, ¡y seguro que no soy la única!



Primeros pasos de esta sencillísima tarta.

INGREDIENTES

1 paquete de galletas María
400 gr de chocolate puro Valor
1/4  litro de leche
250 gr de mantequilla
200 gr de azúcar
Un chorrito de brandy (al gusto)

Se parte el chocolate en trozos y se deshace en un cazo al baño maría.
En un bol se mezcla la mantequilla con el azúcar hasta obtener una masa homogénea (en la cual se ve la textura del azúcar). En el chocolate deshecho se va añadiendo poco a poco esta mezcla de mantequilla y azúcar obteniéndose lo que será el relleno de la tarta.

Aquí se aprecia como unas manos expertas realizan la mezcla final.

En un plato hondo se coloca la leche con un poco de brandy. Cuando yo era pequeña se nos permitía esta ínfima ingesta de alcohol, pero eran otros tiempos. Supongo que es más correcto no añadir este detalle si hay niños entre los comensales (aunque es una verdadera pena).

Lo bonito de esta tarta es que participen los niños.

Se van mojando las galletas en la leche hasta que se empapen sin llegar a romperse (en ese puntito está el truco). Vamos colocando las galletas en un plato formando una flor. Sobre la primera capa de galletas untamos la mezcla de chocolate, mantequilla y azúcar.  Esta operación la repetiremos  hasta tener un  mínimo de 6 u 8  capas.
Una vez alcanzada la altura deseada recubrimos toda la tarta con la mezcla de chocolate y decoramos o no.
Hay que dejar la tarta unas dos horas en la nevera para que adquiera la textura adecuada, después ya está lista para colocar las velas y ¡a soplar!

¡Al final acaban participando niños de todas las edades!


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